Los primeros días de un tratamiento de ortodoncia es normal experimentar algunas molestias que irán desapareciendo por si solas. Durante el llamado “periodo de adaptación” (que suele durar una semana o diez días, aproximadamente) puede sentirse un cierto dolor debido a la presión que los brackets, arcos o alineadores realizan sobre los dientes para tratar de moverlos, pero también al hecho de que pueden producirse rozaduras contra las mucosas (el interior del labio y de las mejillas en la ortodoncia convencional y estética; y en la lengua en el caso de la ortodoncia lingual o invisible). En algunos casos también se pueden tener dificultades para pronunciar ciertos sonidos con normalidad hasta que el paciente se acostumbra a tener “un cuerpo extraño” en la boca.

Es importante resaltar que, al igual que sucede con los brackets, los alineadores transparentes requieren un periodo de adaptación debido a la presión suave, pero constante, que ejercen sobre la dentadura, que puede provocar que los primeros días se tenga dolor al morder (que irá desapareciendo). En algunos casos también pueden aparecer pequeñas heriditas y roces debido a que el corte de los moldes se hace por láser y, el borde puede llegar a molestar en algunos casos, pero se soluciona limando esos bordes hasta que resulten confortables al paciente.

Para aliviar las habituales rozaduras y heriditas en las mucosas (en la lengua en el caso de la ortodoncia lingual y en la cara interna del labio y mejillas en el caso de los brackets convencionales o vestibulares) que pueden ocasionarse los primeros días con brackets aparezcan roces y heridas en las mucosas, se recomienda el uso de cera especial para ortodoncias que ayuda a evitar el roce.

Alimentación los primeros días de ortodoncia

Durante esos primeros días de adaptación conviene realizar una dieta más blanda de lo habitual para minimizar las posibles molestias al masticar, optando por alimentos de consistencia suave y textura blanda que prácticamente se deshagan en la boca y no requieran un exceso de fuerza con la musculatura mandibular.

Tanto con brackets, como o con cualquier otro sistema de ortodoncia, los primeros días es normal que se experimente un leve dolor al masticar y se tengan que sustituir algunos alimentos por otras opciones más blandas como sopas, pasta, cremas de verduras (calientes o frías como el gazpacho), pescados a la plancha, tortillas, pan de molde, yogures, flanes, helados…  También podemos recurrir a las ensaladas (aunque la lechuga y verduras tienden a quedarse enganchadas a los brackets, sí se puede optar por ensaladillas en las que los alimentos están cocidos).

Respecto a las frutas, las primeras semanas puede costar trabajo masticar aquellas más consistentes (manzanas, peras…etc), por lo que será más fácil optar por las más blandas, tomarlas muy maduras o en compota.

En esos primeros días también se recomienda tener cuidado con los alimentos ácidos (vinagre, cítricos…) para evitar la irritación de las heriditas, aftas, o rozaduras que puede provocar la ortodoncia en los primeros momentos. De igual modo, las comidas picantes tampoco son recomendables mientras existan rozaduras o heridas.

El pollo y el pescado son alimentos de textura más suave y poco fibrosos que pueden ser un aliado durante el periodo de adaptación. Para facilitar la masticación esos primeros días de la carne más fibrosa como la de ternera, cerdo…, puede consumirse en forma de hamburguesas, albóndigas, salchichas, filetes rusos…

También es importante no cortar ni desgarrar los alimentos con los dientes. Puede costar trabajo al principio comer bocadillos con corteza (mejor optar por sándwiches con pan de molde), comer la fruta a mordiscos… En todos los casos es mejor cortar los alimentos en trozos pequeños. Pasados los días las molestias irán despareciendo y resultará fácil ir introduciendo alimentos más consistentes.

De hecho, es conveniente masticar lo que se pueda, pues es bueno que los músculos de la mandíbula no dejen de ejercitarse.

Limpieza oral más concienzuda

Lo que también resulta fundamental desde el primer día es extremar la limpieza oral, ya que los aparatos ortodóncicos favorecen que los alimentos se queden atrapados, y, si no se realiza una higiene exhaustiva se aumenta el riesgo de padecer caries durante el tratamiento debido a la acumulación de bacterias y placa.

Cabe señalar que las recomendaciones no son iguales para las ortodoncias removibles (de quita y pon) que las fijas, ya que las removibles se retiran para comer y lavarse los dientes, por lo que simplemente hay que recordar que es muy importante no beber líquidos que manchen (como el café o vino), ni fumar con los alineadores dentales puestos, ya que se teñirían y dejarían de ser discretos tal y como se pretende.

Pero sí es importante limpiar el aparato con agua y un cepillo, y extremar la higiene de los dientes, asegurándose de que no queden restos de alimentos ni de placa antes de volver a colocarse el aparato.

Las ortodoncias fijas (metálicos o convencionales, estéticas y linguales o invisibles) exigirán cuidados más meticulosos, ya que durante todo el tratamiento se comerá y se limpiará la boca con los brackets puestos. Por ello es fundamental limpiarse los dientes correctamente a diario y complementar la higiene con ayuda de cepillos interdentales para eliminar los restos de comida en las zonas en las que el cepillo normal no llega, irrigador oral, seda dental y colutorio específico.

También es importante hacerse con un Kit dental para poder llevar el cepillo y los útiles básicos de ortodoncia a todas partes por si se realizan comidas fuera de casa (cepillo, pasta, cepillos interdentales, cera para ortodoncia…).

Después de cada comida se debe cepillar cuidadosamente cada uno de los dientes, con especial atención alrededor del bracket y por debajo de los alambres para eliminar cualquier resto de alimentos para evitar problemas de caries, sarro e infecciones.

Fuente: SEDO.

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